Un perito en despido improcedente puede desempeñar un papel crucial en la determinación de los daños y perjuicios asociados al presunto despido improcedente. Ya sea por discriminación o por represalias, un despido improcedente puede acarrear importantes perjuicios económicos. En algunos casos, estas pérdidas pueden ser a corto plazo si el demandante es capaz de encontrar un empleo alternativo atenuante. En otros, los daños económicos pueden prolongarse si el demandante no puede encontrar un empleo alternativo, o si su nuevo empleador le paga menos que en su trabajo original. Con frecuencia, las pérdidas pueden incluir ingresos, prestaciones sanitarias y prestaciones de jubilación. Las pérdidas por jubilación pueden agravarse cuando un empleado se ve obligado a abandonar un puesto cubierto por una pensión pública -incluidas las administraciones federal, estatal o local, así como determinados oficios y empleadores privados- para ocupar un nuevo empleo con prestaciones inferiores.

Los análisis en estos casos de despido improcedente también pueden incluir ajustes de neutralización fiscal en algunas jurisdicciones, para tener en cuenta la incidencia fiscal adicional que puede acompañar a las indemnizaciones a tanto alzado. Aunque el efecto de estos ajustes puede variar mucho en función del caso, los ajustes de neutralización fiscal pueden aumentar significativamente los daños económicos.

Los peritos y consultores laborales de Econ One tienen experiencia en la realización de análisis claros y precisos de daños y perjuicios en casos laborales y pueden ofrecer una experiencia y una visión sólidas independientemente de si el caso está en mediación o listo para ir a juicio.